lunes, 3 de enero de 2011

¿QUE ES UN MINISTRO? DIRIGENTE O LIDER

"Y dijo Dios, dejemos que la tierra provea la vida a las criaturas vivientes con su generosidad, ganado, y su descendencia, y las bestias de la tierra con su generosidad, y así fue hecho." (Génesis 1:24) NVI.

En los tiempos bíblicos, así como hoy, los animales eran una parte integral de la vida del hombre. Eran útiles para él, como bestias de carga y recursos alimenticios, de protección y transporte. Algunos de los animales descriptos en la Biblia, como leopardos, jabalís, osos, lobos, y leones, son temidos hoy como lo eran en los tiempos bíblicos. El uso de los animales como símbolos era frecuente en la Biblia. Un león representaba fuerza y poder, una oveja sacrificio y mansedumbre, un lobo la persecución, un camello la resistencia, un leopardo la ferocidad la cautela y la prudencia.

Los perros aparecen en la Biblia, pero no como mascotas. Eran utilizados como pastores de ovejas, entre otras cosas, y eran criaturas miserables y gruñonas.

Cada ilustración revela un sentido del diseño superior e imaginación. Y esto con el fin de enseñarnos y prevenirnos de las actitudes del hombre que puede adoptar para dañar y romper los propósitos de Dios dentro de su pueblo, su Iglesia o el cuerpo de Cristo, todo aquel que se opone a divinidad y obra de Dios, desarrolla estos instintos animal.


Hay hombres según de Dios, que interpretan la palabra para agredir al mismo pueblo de Dios, cuando ellos están puestos para dirigir, enseñar, consolar y guardar con responsabilidad lo que Dios ha salvado del mundo. Pero con sus falacias palabras hunden y condenan la vida del creyente, hasta llevarlos a un estado de condenación y muerte espiritual, en lugar de ser llevados a una edificación y vida espiritual, ¿Para qué dio y puso Dios los ministerios en su Iglesia? Y él mismo dio unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores; Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo; Hasta que todos lleguemos á la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, á un varón perfecto, á la medida de la edad de la plenitud de Cristo: (Efesios 4:11-13)

¿Pero como podremos ser perfeccionados, edificados, llevados a la unidad de la Fe y al concomimiento del hijo de Dios?, si el hombre solo se ha preocupado por su posición y autoridad hacia el creyente, ósea a perdido el concepto de dirigente a líder, y a perdido su compromiso hacia Dios, para perfeccionar, edificar, llevar a la Fe al creyente y al conocimiento del Hijo de Dios. Dios reprende a este tipo de dirigentes que existían dentro de su pueblo, y el mismo Jesús se enfrento a este tipo de líderes que se oponían a la verdad y enseñanza del Señor, hasta llevarlo a su muerte en la cruz del calvario.

Dice el Señor Jehová, el que junta los echados de Israel: Aun juntaré sobre él sus congregados. Todas las bestias del campo, todas las bestias del monte, venid á devorar. Sus atalayas ciegos son, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros ansiosos no conocen hartura; y los mismos pastores no supieron entender: todos ellos miran á sus caminos, cada uno á su provecho, cada uno por su cabo. Venid, dicen, tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, ó mucho más excelente. (Isaías 56:8-12)

La conjuración de sus profetas en medio de ella, como león bramando que arrebata presa: devoraron almas, tomaron haciendas y honra, aumentaron sus viudas en medio de ella. Sus sacerdotes violentaron mi ley, y contaminaron mis santuarios: entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis sábados escondieron sus ojos, y yo era profanado en medio de ellos. Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para pábulo de su avaricia. Y sus profetas revocaban con lodo suelto, profetizándoles vanidad, y adivinándoles mentira, diciendo: Así ha dicho el Señor Jehová; y Jehová no había hablado. (Ezequiel 22:25-28)

Y serán sus caballos más ligeros que tigres, y más agudos que lobos de tarde; y sus jinetes se multiplicarán: vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águilas que se apresuran á la comida. (Habacuc 1:8)

Sus príncipes en medio de ella son leones bramadores: sus jueces, lobos de tarde que no dejan hueso para la mañana: Sus profetas, livianos, hombres prevaricadores: sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley. (Sofonías 3:3-4)

Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos del cortamiento.

(Filipenses 3:2)

Los ministros que Dios ha establecido como dirigentes de su pueblo, han adoptado la posición de líderes. Un líder es aquel que tiene el poder de hacer que muchas personas lo sigan y hagan lo que él quiere, sin coerción alguna es decir, bajo su propia voluntad, un dirigente como su nombre lo indica dirige un grupo hacia un objetivo puede que quien lo siga esté o no de acuerdo con él, más bien es alguien que tiene que llevar a cabo una tarea.

Dios ha puesto a sus ministerios o dirigentes para dirigir a su pueblo a la perfección, edificación, a la unidad de la fe, al conocimiento del hijo de Dios. Esta es la tarea que Dios ha encomendado a todo aquel que en verdad quiere servir en la obra y los propósitos de Dios dentro de su Iglesia.


En el Antiguo Testamento, también a los reyes, gobernadores y líderes religiosos de Israel se les consideraban pastores, y que se responsabilizaban por el bienestar de su pueblo. Los profetas en muchas ocasiones censuraron a los tales por su falta de cumplimiento. Todo aquel que ha sido llamado a una responsabilidad dentro del ministerio o dirigente del pueblo de Dios. Es responsable de sus actos y enseñanza para dirigir al pueblo de Dios


Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores (dirigentes) de Israel; profetiza, y diles a los pastores: Así dijo el Señor DIOS: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿Los pastores no apacientan las ovejas? Coméis la leche, y os vestís de la lana; la gruesa degolláis, no apacentáis las ovejas. No fortalecisteis las flacas, ni curasteis la enferma; no ligasteis la perniquebrada, ni tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia; y están derramadas por falta de pastor; y fueron para ser comidas de toda bestia del campo, y fueron esparcidas. Y anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron derramadas mis ovejas, y no hubo quien buscase, ni quien requiriese. Por tanto, pastores, oíd Palabra del SEÑOR: Vivo yo, dijo el Señor DIOS, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser comidas de toda bestia del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores, oíd palabra del SEÑOR: Así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo a los pastores; y requeriré mis ovejas de su mano, y yo les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos; pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida. Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí yo, yo requeriré mis ovejas, y las reconoceré. Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; y las meteré en su tierra, y las apacentaré en los montes de Israel por las riberas, y en todas las habitaciones del país. En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel será su majada; allí dormirán en buena majada, y en pastos gruesos serán apacentadas sobre los montes de Israel. Yo apacentaré mis ovejas, y yo les haré tener majada, dijo el Señor DIOS. Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y fortaleceré la enferma; mas a la gruesa y a la fuerte destruiré. Yo las apacentaré en juicio. Más vosotras, ovejas mías, así dijo el Señor DIOS: He aquí yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos. ¿Os es poco que comáis los buenos pastos, sino que también holláis con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que bebiendo las profundas aguas, también holláis con vuestros pies las que quedan? Y mis ovejas comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habéis hollado. Por tanto, así les dijo el Señor DIOS: He aquí, yo, yo juzgaré entre la oveja gruesa y la oveja flaca, por cuanto empujasteis con el lado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las flacas, hasta que las esparcisteis fuera. Yo salvaré a mis ovejas, y nunca más serán en rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja. Y despertaré sobre ellas un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David: él las apacentará, y él les será por pastor. (Ezequiel 34:1-23)


¡Ay de los pastores que desperdician y derraman las ovejas de mi manada! Dijo el SEÑOR. Por tanto, así dijo el SEÑOR Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros derramasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis visitado; he aquí yo visito sobre vosotros la maldad de vuestras obras, dijo el SEÑOR. Y yo recogeré el resto de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán, y se multiplicarán. Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dijo el SEÑOR. He aquí que vienen los días, dice el SEÑOR, y despertaré a David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.

(Jeremías 23:1-5)

En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán al SEÑOR su Dios. Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntaos al SEÑOR con Pacto eterno, que jamás se ponga en olvido. Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, se olvidaron de sus majadas. (Jeremías 50:4-6)


Y por tu ciencia se perderá el hermano débil por el cual el Cristo murió. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis. (1 Corintios 8:11-12)